En mi post anterior te he hablado de qué es la marca personal y por qué en ella vas a encontrar la clave para que tu negocio se encamine hacia el éxito. Podríamos considerar que esta es una segunda parte, así que, te recomiendo que te leas primero el post anterior y luego vengas a por este.
Ahora que ya sabes lo importante que puede llegar a ser dar con aquello que te hace único y utilizarlo en tu propio beneficio, voy a enseñarte cómo encontrarlo. Voy a contarte algunas claves que te ayudarán a crear el proceso hacia la definición de tu marca personal enfocada a dar forma a tu proyecto.
Hazte un DAFO
Así, brevemente, un DAFO es un análisis que te permite saber lo bueno y lo malo de cualquier cosa, normalmente una idea de negocio. DAFO son las iniciales de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Como te decía, normalmente se utiliza para analizar una idea de negocio, pero puedes aplicarlo prácticamente a cualquier cosa.
Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué se me da bien? ¿Qué sé hacer mejor?
- ¿Qué me apasiona? ¿Qué es en lo que pienso de manera recurrente?
- ¿Qué características positivas destaca de mí la gente? ¿Por qué me conoces o me buscan?
No respondas pensando en un negocio, simplemente responde la verdad. Pueden ser muchas cosas o respuestas.
De la misma manera, responde sobre las cosas negativas:
- ¿Qué se me da mal? ¿De qué no me veo capaz?
- ¿Qué no me gusta o no apruebo? ¿Qué me hace sentir incómodo?
- ¿Qué características tiene mi personalidad o mi vida que no agradan a la gente?
- ¿Qué cosas me cuesta mucho trabajo hacer? ¿Qué cosas no hago salvo que me sean impuestas?
Sé objetivo, no te machaques.
Esto no es un examen ni una prueba psicológica. Intentamos definir una realidad que luego nos sea útil, no compadecernos a nosotros mismos ni recrearnos en nuestra desgracia. Si no crees en ti mismo, nadie lo hará por ti.
Recuerda incluir en tu DAFO también preguntas no tan polarizadas:
- ¿De qué recursos dispongo?
- ¿Qué responsabilidades o ataduras tengo?
- ¿Me condiciona algo de mi situación personal actual (salud, familia, lugar de residencia…)?
Encuentra una idea de negocio compatible
Utilizar el DAFO es genial para desarrollar tu proyecto. De aquí puedes sacar las características principales: la filosofía, la logística, la estructura de empresa o equipo, la manera de trabajar, el tono de tu comunicación, a quién te diriges… Analiza aspectos de tu vida y de tu persona que te permitan saber qué tipo de negocio es más compatible contigo. Y cuál no lo es en absoluto.
Me pondré a mí misma de ejemplo, para que veas a qué me refiero y cómo podrías desarrollar tus conclusiones.
Situación
- Soy una mujer (en algunos casos eso puede ser un condicionante) joven, menor de 30 años. Vivo en una ciudad muy grande, con muchos recursos y mucha gente. No tengo hijos ni ninguna otra persona a mi cargo. No tengo deudas, ni propiedades que mantener. Pero tampoco tengo un capital acumulado del que pueda disponer.
De aquí saco que tengo pocas responsabilidades, mucha flexibilidad y muchas opciones en mi ciudad. Pero la vida es más cara en una gran ciudad, tengo que tener un negocio que rinda más. Y la juventud puede percibirse como falta de experiencia. Además, no puedo meterme en un negocio que requiera de una gran inversión.
La gente no es lo mío
- No se me da bien atender a la gente. Ni los niños, las personas mayores o las personas con necesidades especiales, porque nunca he tenido en mi vida que convivir con ellas, ni tratar situaciones de este tipo. Tengo un carácter fuerte, y tener tacto no es lo mío. La actitud de los demás me afecta y reacciono en consecuencia. Soy una persona muy transparente, porque mi cara dice siempre lo que pienso, aunque yo no quiera.
Con este panorama supe, desde el primer momento, que tenía que descartar la atención al público y un montón de nichos muy válidos pero que yo no podría gestionar. Además, me ayudó a validar mi idea de trabajar completamente online.
Perfil logístico
- Mi punto fuerte por excelencia, es la logística. Se me da muy bien gestionar, inventariar, estructurar, analizar y hacer que las cosas, en general, funcionen. O averiguar por qué no lo hacen y poner una solución. Aunque me suelo cargar muchas más responsabilidades encima de las que me tocarían y me cuesta delegar.
Por esto decidí que, aunque prefería estar sola, para no generar más estrés de la cuenta contaría con colaboradores para que hicieran lo que yo no sabía o no quería encargarme.
Didáctica
Se me da bien ordenar conceptos y explicarlos. He descubierto, no hace mucho, que tengo una parte didáctica que me sale con facilidad.
Por esto decidí abrir un blog. Explicar las cosas ayuda a generar confianza en los demás, porque pueden comprobar que sabes y porque les solucionas problemas.
Mis ideales
- Lo más importante de todo es que soy una persona muy comprometida con mis ideales y mi filosofía de vida. No sólo no me meto en cosas que no me parecen bien, también son incapaz de dejar las cosas como están si creo que pueden mejorar o que se está cometiendo una injusticia. Esto tiene mucho de emotivo. Es algo bueno y malo al mismo tiempo. Me da mucha motivación para desarrollar algo en lo que creo, pero me cuesta gestionar relaciones o entornos en los que se desarrollan actitudes o actividades de las que estoy en contra.
Con esto pude delimitar mucho el tipo de cliente al que me dirijo, la filosofía de mi proyecto, el tipo de colaborador con el que trabajo e incluso la logística de mi proyecto. Esta parte más emotiva es, realmente, la que da forma al proyecto que estoy desarrollando. Y, además, es la que condiciona totalmente los demás proyectos en los que colaboro.
Escoge una vocación
Hay una cosa que tienes que tener clara cuando te metes a ser emprendedor, ya sea como autónomo o como parte de un grupo (empresa, cooperativa, asociación, etc): esto es muy, muy duro. Y no en plan: «Uy, cuánto tengo que madrugar, pero no importa, le echo horas». No son sólo horas. Son cabreos, angustias, muchísma frustración, ignorancia que te frustra aún más (en serio, no sabemos nada de esto cuando empezamos), obstáculos, imprevistos y un montón de pequeñas cosas que no tienes en cuenta y que muchas veces no puedes controlar, pero están ahí.
¿Qué quiero decirte con esto? Que si no desarrollas un proyecto sobre algo que dominas o que te apasiona tanto que siempre tienes ganas de hacer, (probablemente) vas a fracasar.
- No puedo imaginar mi vida sin el diseño gráfico. No hay nada que sepa hacer tan bien como esto. Forma parte de mí todo el día, en todos sitios. Mi manera de ver la vida está totalmente condicionada por el diseño. Esto quiere decir que, aunque tenga la mierda hasta el cuello, para mí nunca es un problema diseñar, ni me cansa, ni me aburre. Para mí sería como decir que me canso de oír o de pestañear.
Si además de tener que afrontar todo lo que conlleva ser autónomo, encima hubiera escogido un servicio que no se me acaba de dar bien, que no me acaba de gustar o que no me motiva mucho, no hubiera durado ni dos meses.
No escojas tu camino porque sea más rentable o esté más de moda. Clic para tuitear
La rentabilidad lo consigue el buen hacer de quien lleva el proyecto. Escoge algo que te haga permanecer ahí incluso en el peor de los panoramas. Lo hará todo mucho más fácil.
Necesidades y soluciones
Si escoges algo que te apasiona, que es tu vocación, que te sale de dentro, será mucho más fácil también esta parte.
Cuando tienes un sector por la mano, seguro que ya has podido observar sus carencias. Toma eso que te apasiona, en lo que piensas cada día y apunta todas las ideas, cuestiones y reflexiones que te salgan sobre el tema.
Estoy convencida de que muchas veces has pensado u observado cosas que podrían cambiar, mejorar o que la gente te ha comentado que hacen falta. Esto es material valiosísimo. Porque es lo que te va a dar la razón de que tu proyecto exista.
Te cuento algunos ejemplos reales de personas que yo conozco:
- Un DJ que observó que hay gente cansada de que en todas las salas haya la misma música. Así que buscó a alguien afín he hizo su propuesta de club.
- Una madre soltera que se hizo empresaria y vio nadie contemplaba su situación. Y encontró a otras madres en la misma situación. Así que hizo un mastermind especializado.
- Un chaval de Vigo vio que cada vez la vida sana (que él lleva) estaba más presente y no había en la ciudad restaurantes adaptados a esta nueva corriente. Así que abrió un fast food de comida paleo y para nuevas maneras saludables de comer.
- Un creativo asturiano pensó que estaba muy bien que en las ciudades todos trabajáramos la comunicación a tope pero que nadie pensaba en la gente que vivía en otros lugares. Así que creó una agencia portátil.
Todos son proyectos que nacen de una vocación propia de su creador, que observa las necesidades diarias de la gente y encuentran una solución. Estas ideas no le salen a alguien ajeno a los sectores, sino a alguien que los vive y los comprende. Aprovecha eso.
Vida feliz, proyecto feliz
Muchos son los factores que influyen a la hora de montar un proyecto. Y muchos de ellos no están directamente relacionados con él. Puede que pienses en dinero, en infraestructura o en logística. Pero aquí interviene la salud también. El tipo de vida que tienes y cómo la organizas. Tus responsabilidades y obligaciones personales. El contexto social y cultural en el que vives. Tu vida social previa y actual. Tu carácter y personalidad. Y, todas ellas juntas (convéncete, no puedes aislar tu proyecto de nada de esto) hacen que tu proyecto no sea igual que los demás. Esto puede ser bueno o puede ser malo.
Vuelve al DAFO y asegúrate de haber contemplado todas estas cosas, y cualquier otra que se te ocurra. Porque, te guste o no, todas ellas van a marcar tu proyecto en mayor o menor medida.
Comenzar un proyecto es como tener un hijo. Va a mejorar lo que ya es bueno y a empeorar lo que ya es malo. Así que no comiences un proyecto para arreglar situaciones personales o carencias que tengas. Porque estas cosas se magnifican muchísimo cuando comenzamos un proyecto.
Resumiendo
Voy a hacerte el repaso rápido, con lo que tienes que quedar, de todo lo que te he contado. Una lista de la compra de lo que te hace falta para llegar a una marca personal a partir de ti mismo, de quién eres, de tu auténtico yo.
- Descubre tus debilidades, fortalezas, amenazas y responsabilidades. Anótalas, analízalas y quédate con lo bueno.
- Analiza quién eres, cuál es tu situación. Tu proyecto deberá ir en sintonía con eso.
- Escoge algo que ya se te de bien o ya te guste. Nadie lo hará mejor que tú.
- Observa y escucha a la gente. De ahí sacarás ideas para las necesidades que podrías cubrir.
- Cuida de que todas las demás partes de tu vida para que funcionen en simbiosis con tu proyecto.
Todos tenemos algo que no tiene nadie más y que puede cambiar las cosas. Sólo tienes que encontrarlo. Y luego venir a contármelo, claro.
¿Sabes ya lo que tienes que hacer para encontrar tu marca personal?
Me ha gustado el artículo Nora !!
Encuentro especialmente interesante el apartado de mis ideales. Los valores y criterios personales se reflejan implícitamente en la comunicación y son fundamentales para la Marca !!
Saludos !!
Muchas gracias de parte de Nora Gustavo.